Cursos de inglés para empresas

Nuestra primera tarea es escuchar al cliente y conocer sus necesidades:

• objetivos de la formación
• tipo de formación (presencial o a distancia)
• grupal o individual
• lugar de impartición de las clases
• duración del curso y frecuencia de las clases
• nivel de inglés de los participantes (realización de una prueba de nivel)
• formación privada o bonificada
• datos generales de la empresa

Con todo esto planteamos una propuesta a la empresa para su aceptación.

Aceptada la formación por parte  del cliente, Schola establece los grupos formativos y asigna los profesores que impartirán la formación.
Durante el proceso formativo se realizará una supervisión continua por parte de los profesores de la normal evolución del curso y el alcance progresivo de los objetivos acordados.

Para ello, se realizarán evaluaciones parciales con las que controlar y evaluar el avance de los alumnos en la consecución de los objetivos perseguidos, se realizarán informes trimestrales si la duración del curso lo permite, se controlará la asistencia a la formación y se realizará una evaluación final de los alumnos con la entrega de un informe.

A la finalización de la acción formativa, los alumnos realizarán una evaluación de la misma y Schola hará entrega a cada alumno de un diploma no oficial, indicando el nivel alcanzado.